- Es preferible elegir las carnes de menor contenido graso, seleccionar los cortes magros, quitar antes de cocinar la piel a las aves y la grasa visible de las carnes.
- Conviene seleccionar las carnes según su precio y rendimiento, esto es cuánto se aprovecha por kilogramo. Por ejemplo: de un hilo de carne picada se aprovecha todo (el 100%), en cambio de un kilo de asado o falda se aprovecha sólo la mitad (50%) por la cantidad de huesos y grasas que no se comen.
- No es necesario ponerle mucha carne a las comidas: una pequeña cantidad alcanza para
enriquecer guisos y otros platos. - Es preferible elegir preparaciones tales como horno, parrilla, plancha, que no agregan grasas y disminuir la frecuencia de fritos y rehogados en manteca o grasa.
- Las carnes frías son un buen reemplazo de fiambres y embutidos y una buena opción para las viandas, salpicones y ensaladas de quienes comen fuera del hogar.
Consejos para su mejor aprovechamiento
- Para que conserven intacto su valor nutritivo, conviene cocinar los trozos grandes a fuego
fuerte y evitando que se pasen. - Los distintos cortes de carne se pueden “sellar” en lugar de freír. Esto se hace rotándolos sobre un recipiente o plancha bifera bien calientes. De esta manera no se pegarán y formarán una cubierta externa que evitará la salida de sus jugos, con la consecuente pérdida de nutrientes y sabor.
- Todas las carnes deben ser consumidas bien cocidas, con un color uniforme: esto evitará
su contaminación. - Las carnes muy duras podrán cocinarse por ebullición a fuego lento agregándole al agua un vaso de leche para tiernizarlas. Se recomiendan para preparaciones como guisos y pucheros.
- La mejor forma de cocinar el pescado es asado o al vapor. Si lo preferimos hervido, es
aconsejable dar una cocción rápida y con poca agua para que no se desmenuce. - Se pueden preparar budines, panes o pasteles de pescado, pollo, carnes rojas y, para evitar
la utilización innecesaria de muchos huevos, es conveniente amasar las carnes crudas con los demás ingredientes y luego cocinar. - Es importante no recalentar reiteradas veces una preparación, puesto que a mayor calentamiento y temperatura, mayores serán las pérdidas de nutrientes.
- Los caldos de carne son ricos en vitaminas y minerales y se pueden utilizar para enriquecer otras comidas.
- El huevo es un alimento ideal para variar y enriquecer la preparación de distintos platos: budines, tortillas, croquetas, rellenos, revueltos, bocadillos ,etc.
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